La remodelación de los vestidores del club parte de una reorganización espacial centrada en la funcionalidad y la experiencia del usuario. El área del spa funge como eje articulador del programa, distribuyendo de manera eficiente las regaderas, sanitarios, sauna y vapor en conexión directa con los lockers creando recorridos fluidos entre espacios húmedos y secos. La propuesta de iluminación integra barrisoles tensados con retroiluminación cálida, imitando forma de domos con entradas de luz natural, suavizando el ambiente y aportando amplitud visual. Para la materialidad, se optó por una paleta sobria y cálida, donde la madera natural y los mármoles actúan como elementos protagonistas, reforzando la identidad residencial y acogedora. La intervención no solo mejora las condiciones funcionales y estéticas del espacio, sino que redefine la experiencia del usuario desde un enfoque sensorial, proponiendo un entorno que invita a la permanencia, la calma y el bienestar.